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Guía para comprar un coche de ocasión

¿Qué cosas mirar en un coche de segunda mano? ¿Qué cosas hay que tener en cuenta al comprar un coche usado? ¿Qué hay que mirar en un coche de segunda mano? A continuación te damos los mejores consejos para hacer una buena compra.

Son muchos los sitios web donde poder buscar y muchos los establecimientos de compra-venta de vehículos. Todo el mundo quiere vender, y muchos de ellos a cualquier precio…

Con esta guía te ayudaremos a realizar las máximas comprobaciones para hacer una compra segura, siempre teniendo en cuenta que, en lo que a compra de vehículos de ocasión se refiere, la seguridad al 100% no existe.

Contenido de la guía

Comprobar el historial del vehículo

Después de pasar horas y horas navegando por Web’s de compra y venta de vehículos, encontramos aquél coche que estábamos buscando. Revisamos las características, inspeccionamos las fotos y todo parece de nuestro agrado. Pero antes de dar el paso de quedar con el propietario, es necesario investigar sobre el pasado y presente del coche. 

Para ello es totalmente imprescindible solicitar un informe de antecedentes con datos oficiales de la DGT. De nada sirve ir a ver un coche si después nos encontramos con la sorpresa de que el vehículo tiene un embargo, un precinto o se le ha manipulado el cuentakilómetros. Los mejores informes los podéis encontrar a continuación:

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Comprobar la documentación del vehículo

Aunque pueda parecer algo elemental, debemos comprobar que la documentación del vehículo corresponde con el coche que estamos inspeccionando. Existen dos documentos esenciales, la ficha técnica y el permiso de circulación. Debemos comprobar que la matrícula que aparece en los documentos corresponde con la del vehículo así como su número de bastidor.

Permiso de circulación (verde) y ficha técnica del vehículo

Estado general del vehículo. Carrocería.

Debemos comprobar el estado general de la carrocería. Arañazos, bollos, etc.. Hay que tenerlo en cuenta, pues los trabajos de chapa y pintura suelen ser más caros que los de mecánica básica general. Hay que mirar debajo del coche y observar que no deja manchas de aceite u otros líquidos. En especial, debemos fijarnos en lo siguiente:

Reparar un óxido es costoso, pues la solución muchas veces pasa por cortar la chapa y soldar una nueva, ya que el óxido suele extenderse. Los sitios más propicios de acumular óxido son los pasos de rueda, las esquinas inferiores del parabrisas delantero y posterior y la parte baja de los laterales del coche. No hay que relacionar el óxido de la chapa con el óxido que puedan presentar los discos de freno, pues éste óxido es normal si ha llovido y el coche no se ha movido. Desaparece en los primeros kilómetros recorridos.

Óxido en la compra de un coche
Óxido en la esquina inferior del parabrisas

También conocido como «Gap» en inglés. Se trata de observar la separación que existe entre los diferentes paneles de la carrocería. Por ejemplo entre la puerta y la aleta lateral delantera. Entré el capó y la misma aleta. Entre el portón trasero y los paneles laterales o entre las puertas entre sí. La separación deberá ser igual e uniforme a lo largo de toda la pieza. Una separación diferente nos puede indicar que el vehículo ha sufrido un golpe y la estructura haya podido quedar afectada.

Diferencia entre paneles de la carrocería
Diferencia de separación entre paneles

Un color con una pérdida de brillo considerable en un coche de unos 10 años, nos puede indicar que ha estado mucho tiempo en la calle sufriendo los efectos devastadores del sol. Lo mismo sucede con unas gomas de las ventanas y puertas cuarteadas. También debemos observar las diferencias de tonalidades en el color de la carrocería. Nos pueden dar información de posibles accidentes y malas reparaciones de chapa. Para poder apreciar éstos detalles, es necesario que el coche está limpio.

Diferencia de color en la carrocería
Diferencia de color entre paneles

Neumáticos

Es importante mirar con detenimiento el estado de los neumáticos. Es normal apreciar un desgaste, pero lo más importante es que ese desgaste sea homogéneo en cada eje, es decir, que no sea irregular. De lo contrario, nos podría indicar un problema de alineado, de suspensión, dirección e incluso de estructura del vehículo.

Por norma general, los vehículos con tracción delantera suelen desgastar más los neumáticos del eje delantero, ya que deben soportar el peso del motor, la dirección y tracción. También puede ser normal un cierto desgaste en la parte interior de los neumáticos delanteros, por la caída negativa en la suspensión. Ese pequeño desgaste debería ser el mismo en ambas ruedas del mismo eje.

En vehículos de propulsión trasera, ese desgaste interior de los neumáticos, suele darse en el tren posterior, siendo los neumáticos del eje delantero los que pueden sufrir cierto desgaste por la parte exterior del neumático.

En cualquier caso, recordad que la profundidad mínima del dibujo del neumático debe ser de 1.6 mm, de lo contrario, el coche no pasará la ITV.

Motor

La mejor forma de inspeccionar un motor, es en frío. Pediremos al titular que nos abra el compartimiento motor. Debemos observar el estado general del mismo. Un motor excesivamente limpio, con señales de haberse lavado a presión recientemente, puede ocultar fugas de aceite o líquido refrigerante. Ambas deficiencias pueden significar costes elevados en reparaciones.

Es el momento de preguntar al titular del vehículo cuando fue la última vez que se le hizo la revisión al coche y que elementos se revisaron o cambiaron. Facturas de taller o concesionario, pueden ser una prueba de que el vehículo está bien mantenido.

Existen dos pruebas, que no son difíciles de realizar y que no exigen ningún tipo de herramientas, que nos pueden decir en que estado está el motor:

Prácticamente todos los vehículos actuales tienen un vaso de expansión por donde se rellena el líquido refrigerante. Con el motor frío, abrir el tapón (es normal que vaya un poco duro) y observar la parte inferior. Si vemos que hay una especie de masa blanca parecida a una mayonesa, quiere decir que el vehículo tiene dañada la junta de culata y el líquido refrigerante se está mezclando con el aceite, creando esa masa blanquecina. La reparación es costosa, pues hay que abrir el motor para substituir la junta de la culata. También es posible que ese intercambio entre el agua y el aceite, se de en otros elementos mecánicos, como los intercambiadores agua-aceite, pero es menos frecuente.

Tapón vaso expansión junta culata
Pasta en la base del tapón

Para hacer esta prueba necesitamos de una servilleta de papel o similar. Debemos localizar la varilla del aceite del motor. La parte superior de la varilla suele ser de color amarillo o naranja, lo que ayuda a localizarla fácilmente. Extraeremos la varilla y ensuciaremos el papel con ella. Si el aceite se ha cambiado hace relativamente poco, el color debería tener un tono tostado. En caso contrario, el aceite tendrá un tono muy oscuro, prácticamente negro.

Un aceite en buen estado, significa que el coche tiene un mantenimiento, al menos recientemente.

Aceite de motor en buen estado
Aceite en buen estado, color tostado

Podríamos hacer muchas más pruebas, pero ya es necesario disponer de herramientas, tiempo y sitio. Una prueba de compresión con un compresímetro profesional, nos podría dar información sobre el estado de salud del motor.

Interior

Llega el momento de sentarnos en el interior del vehículo. El desgaste del volante, pomo del cambio, pedales y asientos, debe ir en función de la antigüedad del vehículo, de sus kilómetros y del uso que se le haya dado.

Es importante comprobar que todos los elementos eléctricos y electrónicos funcionan, pues son susceptibles de fallar con el tiempo. Hay que comprobar el buen funcionamiento de los elevalunas, luces, limpiaparabrisas, radio, etc.. Especialmente conviene revisar aquellos mandos giratorios, como el de regulación del volumen de la radio, climatizador, intensidad de alumbrado interior, etc.. ya que por sus características técnicas suelen dar fallos con el tiempo.

Los mandos giratorios suelen fallar con el tiempo

Arranque y prueba en carretera

En este punto analizaremos diferentes aspectos relacionados con la conducción del vehículo. Es conveniente hacer un prueba en circulación abierta. No se trata de exprimir el coche al máximo de sus posibilidades, pero sí conducirlo en situaciones normales.

Humo durante el arranque del coche

Es el momento de arrancar el coche. Miraremos por el retrovisor y nos fijaremos si sale humo por el tubo de escape. Una pequeña cantidad de humo blanco es normal si el coche está frío y en condiciones climatológicas frías.

Si al coche le cuesta arrancar y el humo blanco es espeso y no desaparece, puede que tengamos un problema de inyección (inyectores o bomba inyectora) o bien de precalentadores si el coche es diésel. Hay que tener en cuenta este tipo de posibles averías, ya que pueden llegar a ser bastante caras.

Si durante la marcha seguimos viendo una estela de humo blanca y gruesa, puede significar que estamos «quemando» líquido anticongelante, debido a un problema en la junta de culata, ya que el líquido refrigerante estaría entrando en los cilindros.

Si el humo es azulado y huele como a «tostado», estaremos ante un problema con la junta de culata, en el que el aceite se estaría quemando al entrar en el interior de los cilindros.

Un humo negro denso momentáneo al acelerar, puede ser normal en motores diésel, pero si perdura durante toda la aceleración, nos puede indicar que tenemos un problema en la válvula EGR, en la toma e aire o en el caudalímetro.

Humo blanco escape coche
Humo blanco denso de coche en circulación

Prueba del vehículo en carretera

Iniciamos la macha, el coche debe salir de una forma suave, si dar saltos. La prueba siempre hay que hacerla sin la radio puesta, debemos escuchar posibles ruidos. Como hemos explicado anteriormente, no se trata de hacer la vuelta rápida, pero debemos probar el coche en unas circunstancias normales de circulación.

Si durante la marcha, escuchamos un ruido como de una sirena procedente del motor y que se incrementa cuando aceleramos, puede que estemos ante una rotura de turbocompresor inminente. No vale la pena continuar la prueba.

Es muy importante comprobar que todas las marchas entren. Parece algo obvio, pero es sumamente importante. Las marchas tienen que entrar de una forma normal, sin hacer fuerza. Hay que comprobar que una vez introducida la marcha, ésta no salte y vuelva al punto muerto.

El pedal de embrague no debe ir ni duro ni muy suave. En coches deportivos, los embragues suelen ser algo más duro que los coches normales. En parado y con el punto muerto, pisaremos el embrague y prestaremos atención a que no se escuche un ruido diferente.  Si escuchamos ruido, querrá decir que el cojinete del embrague empieza a gastarse. En algunos coches, el ruido es algo diferente, pero en caso de producirse, éste debe ser muy leve.

cambio de marchas
Deben entrar todas las marchas sin hacer fuerza

Introducimos la primera velocidad y empezamos a iniciar la marcha. Si vemos que el embrague sube mucho hasta que el coche empieza a moverse, querrá decir que el embrague está muy gastado y en breve habrá que hacerle embrague.

Durante la circulación normal en carretera, en línea recta soltaremos con cuidado el volante y comprobaremos que el coche no se va hacia los lados. Hay que tener en cuenta que en carreteras con mucho bombeo para evitar la acumulación de agua, el vehículo tiende a irse un poco al exterior, por eso es muy importante encontrar una carretera lo más plana posible. También comprobaremos que, en línea recta, el volante está centrado.

Al pasar por badenes o «policías tumbados», prestaremos atención al ruido de la suspensión. Son importantes los ruídos secos tipo «clock», ya que puede deberse a un desgaste de los silent-blocks. Aunque el material no es caro, en algunos coches es una reparación que implica bastante tiempo en mano de obra.

En una zona segura, a poder ser sin tráfico, haremos una frenada un poco fuerte pero sin intención de parar del todo el coche. El objetivo es detectar posibles temblores producidos por un alabeo en los discos. También es muy importante comprobar que el coche no se desplaza hacia los lados, lo que nos indicaría que la frenada no está compensada.

Suspensión badenes
Escucharemos los ruídos de la suspensión al pasar por badenes

Durante la acción de frenado, no debe producirse ruido, sobre todo ruido parecido al roce de metal con metal, lo que nos indicaría que estamos sin pastillas.

Finalmente, estando parado o circulando a muy baja velocidad, giraremos la dirección de un tope a otro, observando que no existen olguras. Con la dirección girada hasta hacer tope, iniciaremos la marcha y comprobaremos que no se escuchan ruidos procedentes de la transmisión. Esta prueba debemos hacerlo a derechas e izquierdas.

Conclusiones

Asegurar la compra al 100% de un coche es una difícil tarea incluso para los mecánicos más expertos. Esta guía pretende ser un procedimiento pautado de los aspectos más importantes a revisar en un coche. Esperamos que os sea de utilidad y comentar aquello que consideréis a continuación.